La Editorial Universidad de Granada publica un libro de la profesora Margarita Orfila Pons sobre la Granada romana.
La abundante producción bibliográfica sobre el pasado islámico de Granada ha llevado a veces a pretender ignorar la existencia de asentamientos anteriores como pilares en los que se sustentó el nacimiento de la ciudad que hoy conocemos, dando por hecho que se comenzó a conformar en época zirí.
Por fortuna investigaciones no menos valiosas tendentes a la recuperación y al estudio de los vestigios de etapas más lejanas en el tiempo y asimismo decisivas para la configuración de la urbe, como pueda ser la larga etapa romana, han venido a aportar nuevas luces a un periodo cronológico tan fascinante como el que va desde los inicios del siglo II a. de C. hasta el final de la Antigüedad Tardía.
La profesora Margarita Orfila Pons, catedrática de Arqueología en la Universidad de Granada, que ya a finales de 2008 coordinó la excelente exposición “Granada en época romana: Florentia Iliberritana”, que pudimos contemplar en el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, edita ahora una esclarecedora monografía que recupera aquel epígrafe cambiando el orden de su enunciado, “Florentia Iliberritana.
La ciudad de Granada en época romana”, con la que consigue dilucidar la verdadera importancia de aquellos siglos para el surgimiento de la incipiente topografía a la que dio nombre el cambiante topónimo: Ilturir, Iliberri, Iliberis, Florentia Iliberritana, Eliberri.
A partir de la época renacentista se han venido sucediendo en Granada una serie de ininterrumpidos hallazgos arqueológicos que muestran bien a las claras la importancia del asentamiento romano, núcleo en torno al cual se iría generando la historia urbana para constituir la ciudad que se fue desarrollando hasta desembocar en l que hoy conocemos.
La profesora Orfila, a partir de esos hallazgos y del trabajo de prestigiosos investigadores y arqueólogos (entre otros Cean Bermúdez, los Gómez-Moreno, Eguilaz y Yanguas, Manuel Sotomayor, Mercedes Roca, etc.), que la precedieron en la tarea de poner de relieve la dimensión del pasado romano de la ciudad, va construyendo todo un bien trabado edificio historiográfico que permite constatar su teoría, sustentada en algo tan incontrovertible como son los restos arqueológicos (la Arqueología es la ciencia que fundamenta la tesis mantenida en este libro), y que no es otra que la certidumbre de que la presencia y la cultura romanas influyeron decisivamente en la conformación de la ciudad iliberritana, que luego se desarrollaría a lo largo de casi nueve siglos.
Las diferentes excavaciones arqueológicas, de siglos pasados y del presente, que se han venido realizando en el barrio del Albaicín (Alcazaba Cadima), con la recuperación de numerosos restos materiales de bienes inmuebles, muebles, monetarios y epigráficos, han venido a reforzar la evidencia que situaba allí la ubicación del germen de la antigua Iliberri.
Pero la profesora Orfila Pons no parte de una hipótesis sino que llega a esa conclusión analizando el proceso histórico en el que se desarrolló la expansión de Roma por la cuenca mediterránea y en concreto los testimonios que determinan su presencia en esta ciudad, explícitos tanto en referencias literarias como en las acuñaciones monetarias o en los emergentes lienzos de muralla, entre otras manifestaciones aquí estudiadas.
Sería con su paso a la categoría de “municipium” (a fines del siglo I a. de C.) cuando Iliberri adquiriría su vertebración tanto social como política y urbana, destacando la existencia del Foro, escenario de la vida cívica y de las más señaladas manifestaciones ciudadanas.
Margarita Orfila, que ya adelantó una síntesis de este estudio en su excelente discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes “Nuestra Señora de las Angustias” de Granada, traza una pormenorizada y amena descripción de la sociedad y las costumbres romanas a partir de los valiosos hallazgos arqueológicos y de las abundantes fuentes documentales.
Numerosas inscripciones epigráficas y fragmentos escultóricos y decorativos evidencian la evolución de la urbe en época imperial, plenamente confirmada por los restos de viviendas aparecidos en distintas excavaciones del barrio del Albaicín, que en el libro son detalladamente analizados por los arqueólogos responsables de los equipos o por destacados especialistas que colaboran así con la autora del libro: Manuel Sotomayor, Pablo Casado, Ángel Rodríguez Aguilera, Marc Mayer y Olivé, Santiago Moreno Pérez e Inmaculada de la Torre Castellano.
Llama la atención la riqueza y calidad iconográfica del volumen así como su planteamiento didáctico, al tiempo que riguroso, con una veintena de destacados recuadros que remarcan de manera esencial aspectos fundamentales del corpus estudiado, al tiempo que agilizan la lectura.
Un capítulo final dedicado a la ciudad en la Antigüedad Tardía se detiene en el decisivo referente de la celebración, en el siglo IV, del Concilio de Elvira, “el más documentado de la comunidad cristiana global” (Sotomayor y Fernández Ubiña), para concluir que con la expansión del Cristianismo la ciudad iliberritana mantuvo su pujanza en medio de las naturales transformaciones edilicias y el cambio de creencias.
Una completa y detallada bibliografía cierra este bello y hermoso volumen, referente imprescindible para conocer de primera mano el nacimiento y la importancia que alcanzó la ciudad de Granada (Florentia Iliberritana) en época romana.
Presenta:
- José Carlos Rosales
Fecha: Martes, 17 de enero, a las 19.00 horas
Lugar: Colegio Oficial de Arquitectos de Granada. Plaza San Agustín, 3