Después de un incendio forestal, hay que esperar la respuesta de la vegetación antes de emprender acciones de restauración vegetal, ya que las especies mediterráneas están adaptadas a rebrotar o germinar con gran rapidez, lo que nos puede servir para evitar desastres y alteraciones ecológicas (introducción de maquinaria pesada que afecte a la vegetación que esta rebrotando, erosión del suelo causada por las técnicas empleadas en la repoblación, etc.).
Así mismo debe evitarse que la población interprete que el incendio es una fuente de ingresos económicos (por la millonarias inversiones que pueden generarse tras los desastres) y acostumbrarse a que estas inversiones deben realizarse en acciones de prevención de incendios y mantenimiento de ecosistemas bien conservados que pueden ser fuente de posibles beneficios económicos y generación de empleo.
Debido a la enorme alarma social que implican estos siniestros, los técnicos (en muchas ocasiones) se ven forzados por grupos sociales y políticos, a llevar a cabo acciones (saca de madera quemada y plantaciones de especies poco adecuadas), que frenan o retrasan la dinámica vegetal. Los estudios científicos suministran a los gestores y políticos modelos de conocimiento y herramientas de actuación que les pueden ayudar a tomar decisiones, con el objetivo de evitar, en un futuro, episodios catastróficos o minimizar los impactos que se produzcan.
Conferenciante: Francisco Valle Tendero
Presenta la actividad: Juan Raya
Fecha: Lunes, 19 de enero, a las 19:00
Lugar: Biblioteca de Andalucía
Organiza: Ateneo de Granada